Antes de que la flota japonesa alcanzase el punto de ataque, el almirante Naguno ordenó el envío de aviones de exploración; uno de ellos, el que debía pasar por la ruta de la flota japonesa tuvo que regresar por una avería a mitad del vuelo. El almirante cometió un grave error ya que no sustituyó al avión averiado enviando otro, lo cual evitó que conociera de antemano la existencia ni la posición de la flota enemiga.
Un piloto norteamericano a bordo de un “PBY Catalina”, logró avistar la fuerza de desembarco japonesa aunque en un inicio creyó que era la fuerza de ataque principal informándolo de esa manera. Nimitz a pesar del informe, dedujo que esa no era la flota principal de los japoneses. En ese momento la fuerza norteamericana estaba ubicada en el “punto L” a 300 millas de Midway. Al mismo tiempo, Nimitz presionó a los exploradores para que localizaran el principal grupo de ataque de los japoneses.
El 4 de junio, los cuatro principales portaaviones japoneses alcanzaron el punto de lanzamiento a 150 millas de Midway por lo que los 108 aviones fueron preparados de inmediato para el ataque, dirigiéndose a Midway tras la formación.
Nagumo tomó la precaución de enviar sólo a la mitad de sus aviones a atacar Midway, y ordenó preparar al resto en previsión de una segunda oleada de ataque.
Más tarde el almirante Chester Nimitz recibió el informe de que uno de sus aviones “Catalina” había avistado al portaviones Akagi y los portaviones estadounidenses se prepararon rápidamente izando sus aviones a cubierta.
Portavión Akagi
Durante el ataque aéreo los japoneses atacaron a los tanques de combustible y al resto de la base, recibiendo una inesperada resistencia de la artillería antiaérea que logró derribar 10 aeronaves. Esta respuesta estadounidense no fue esperada por los pilotos japoneses, por lo cual estaban confundidos haciendo el ataque poco efectivo. La resistencia estadounidense frenó el ataque de los japoneses.
Debido a los malos resultados del ataque inicial, el almirante Tomonaga le sugirió a Nagumo que debía efectuar un segundo ataque. En ese momento 51 aviones de ataque estadounidenses se dirigían hacia los portaviones japoneses. Al mismo tiempo los portaviones norteamericanos lanzaron sus aviones en busca de los portaviones japoneses. Por su parte los japoneses cargaron 108 aviones con torpedos que debían ser usados contra los barcos enemigos.
A los pocos minutos los primeros aviones estadounidenses provenientes de Midway se acercaron a atacar a los portaaviones japoneses, los cuales los recibieron con una impenetrable cortina de fuego antiaéreo.
En el otro bando, Nagumo tomó la fatal decisión para Japón al ordenar cargar los aviones con bombas ya que deseaba aniquilar la base de Midway y sus aviones. Esta orden causó confusión e incredulidad entre los comandantes de los portaaviones. Debido a esta orden, los aviones que regresaban de atacar a Midway y que estaban cargados de torpedos tuvieron que bajarse al interior de los portaviones para realizar el cambio a bombas, aunque minutos más tarde le entró el pánico tras ver varios navíos acercándose y cambió de nuevo las bombas por torpedos.
Por su parte Yamaguchi sugiere a Nagumo atacar a la fuerza enemiga detectada, para ello tiene listos sus aviones bombarderos con torpedos. Nagumo consultó al militar y estratega Minoru Genda, el cual sugirió recuperar todos los aviones de la primera oleada de ataque con el fin de realizar un ataque con todas las fuerzas combinadas. Nagumo concuerda con ese criterio y espera, error que a la larga costaría a Japón la guerra.
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